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[Diseñadores de Brasil]: El nudo de madera desatado por Julia Krantz

Publicado en
4.6.2022

Vea una entrevista exclusiva con la diseñadora Julia Krantz, especialista en piezas de madera

De la Luna al Eclipse, del Arroyo al Yunque, de la Raíz al Erizo, del Verso al Reverso: todo es inspiración para que fluya la creación de Julia Krantz. De hecho, la naturalidad de su trabajo la ha convertido en una de las referencias brasileñas en cuanto a manipulación, escultura, forma y función para transformar la encantadora brutalidad de la madera en delicadeza.

Por Simões Neto

Conozco a Julia Krantz, de lejos, desde hace más de tres años, pero no como diseñadora. Hace ejercicio en el mismo gimnasio que yo. Entre un set y otro, solía observar a esa mujer alta, elegante, tranquila y discreta que ejecutaba movimientos concentrados y precisos, como es su trabajo. Hasta que una amiga, emocionada, me dijo que era diseñadora y me mostró, con un dedo nervioso, su Instagram.

Mi cabeza hizo un clic, como un reloj, mientras hacía todas las conexiones. Me sentí culpable por no reconocerla. Recordé los artículos que había leído en las revistas, las charlas a las que había asistido con la diseñadora y todo lo que implica su proceso creativo. Entonces surgió el impulso de redimirme por la desconexión de antaño y entrevistarla.

Es la viga, es el hueco...

Julia es arquitecta, graduada en la FAU-USP, y es innegable que esta experiencia repercute en las delicadas curvas de su obra. "Soy ebanista/escultora, además de arquitecta y diseñadora", se define, mientras enumera el grado de importancia de sus habilidades. "La arquitectura me aporta una mirada más cuidadosa sobre el uso adecuado de los materiales, la proporción oportuna de los componentes de una pieza, la inserción armoniosa de mi creación en un entorno preexistente...", explica.

La diseñadora podía ser lo que quisiera, pero fue en el manejo de la madera donde encontró la forma de expresar lo que siente y lo que piensa. Es con esta perspectiva que nos embarcamos en su universo creativo, ya que concede una entrevista exclusiva para la serie Diseñadores de Brasil de EXPO REVESTIR.

EXPO REVESTIR: Ni siquiera es necesario tocar sus piezas para percibir el cuidado con los acabados. Sólo con mirarlos se puede ver lo cálidos, delicados y brillantes que parecen, lo que da ganas de tocarlos, sentirlos, sentarse y usarlos. ¿Es el acabado el momento más importante en la elaboración del diseño?
Julia Krantz:

No hay un momento más importante en este oficio, de hecho el diseño de una nueva pieza debe considerar todas las etapas de su producción para que el resultado sea armonioso, ergonómico, agradable a la vista y a los demás sentidos.

EPRV: La madera es muy versátil, pero a partir de sus experiencias y experimentos, ¿cuáles son los otros materiales que mejor combinan y conectan con ella? ¿Qué es lo más fácil y lo más difícil de trabajar en este sentido?
JK:
No trabajo con otros materiales, así que me resulta difícil responder a esa pregunta con conocimiento de causa. Pero, por supuesto, los tejidos conectan de forma muy complementaria con la madera, al igual que el vidrio, que permite por su transparencia una visión integral de la pieza de madera asociada.

EPRV: El mundo creativo del diseñador permite la experimentación, y cuando se trata de madera y Brasil, la variedad es tal. ¿Cómo funciona la elección de la madera para su diseño? ¿Es Julia la que elige o la madera la que elige adaptarse al diseño de Julia?
JK:
Soy carpintero/escultor además de arquitecto y diseñador. Toda la producción de las piezas que creo la hago junto con mis ayudantes, así que, sí, soy yo quien decide qué madera será más adecuada para cada nuevo projeto.

EPRV: ¿Cómo influyen el pasado, el presente y el futuro en sus creaciones? ¿Existe tal conexión?
JK:
Todas las experiencias que vivimos en la vida crean nuestro propio repertorio, y eso nos hace únicos en nuestro proceso creativo. En mi opinión, esto es cierto para cualquier ser humano, los recuerdos visuales, afectivos y sensoriales afectan a nuestra respuesta a los acontecimientos cotidianos, transforman diariamente la forma en que nos insertamos en el mundo.

EPRV: Por la calidad de sus piezas, los contornos y el diseño básico de los productos, percibo un repertorio y una cultura muy coherentes. ¿Dónde adquirió esa mirada amplia que oxigena su trabajo?
JK:
Mis padres me dieron una infancia y adolescencia ricas en experiencias sensoriales de lo más diversas. La cultura alemana traída por mi madre se mezcló con nuestra ya mezclada cultura brasileña, sumada a una libertad creativa sin límites a través de los juegos callejeros, el teatro que hacíamos en casa, las vacaciones en la playa con mi padre, los conciertos de los domingos por la mañana en el teatro municipal, las increíbles historias que nos contaba mi padre, la música presente las 24 horas del día en nuestro entorno. Mi formación en arquitectura (FAU-USP) se unió a todo este repertorio, y mi interés por las manifestaciones artísticas de todo el mundo también siguen contribuyendo a mis creaciones.

EPRV: La mayoría de los diseñadores que conozco coquetean y practican otros aspectos como las bellas artes, la arquitectura (por cierto, usted es arquitecto). ¿Cómo funciona esta simbiosis artística y cómo interfieren las artes en su creación?
JK: Cada respiración que hacemos interfiere en lo que devolvemos al mundo. La arquitectura me aporta una mirada más atenta al uso adecuado de los materiales, a la proporción oportuna de los componentes de una pieza, a la inserción armoniosa de una de mis creaciones en un entorno preexistente. Otras manifestaciones artísticas -música, pintura, escultura- forman parte de mi proceso creativo, directa o indirectamente. La música es una fuerte influencia emocional; la pintura es dibujo, es masa, es textura, es luz/oscuridad, es volumen, al igual que la escultura. Y todo esto se presenta en mis piezas.

EPRV: Sus obras contemplan espacios públicos y privados, como el taburete Anvil creado para la colectividad. Hay una diferencia en la creación de productos para usos privados y públicos. ¿Cuál es la dinámica que envuelve estos aspectos?
JK: La ergonomía es el gran reto para cualquier uso de las piezas de diseño, pero para los espacios públicos hay que tener en cuenta la necesaria adaptación a una infinita diversidad de tipos físicos, además de la resistencia y durabilidad de la pieza, y su convivencia armónica con el entorno. En el caso de los espacios privados, es fundamental que el creador se fije en los habitantes del espacio donde se instalará la pieza, en sus hábitos y gustos, cuidando de proponer algo que respete y satisfaga a los usuarios.

EPRV: Cadê, Mosquelha, Tabuinhas, Algenspiegel,Pénareia... Siempre he sentido curiosidad por saber cómo nombran los diseñadores sus piezas. En su caso, ¿cuáles son los criterios?
JK: El criterio básico es la espontaneidad. Miro mi pieza una vez determinada y trato de escuchar lo que me dice, qué forma tiene, qué sonido debe tener.

EPRV: ¿Las formas orgánicas son innegociables en su trabajo?
JK: Más o menos. He hecho y eventualmente hago algo más geométrico, pero la naturaleza es tan parte de mi movimiento interno que naturalmente las curvas aparecen en mi dibujo.

EPRV: En una amplia mirada alrededor del mundo: desde Holanda (donde usted vivió) hasta Milán, desde Francia hasta Japón, ¿qué diseño le llama la atención y hace que su corazón lata más rápido?
JK:
Bueno, hay tantos que me conmueven, tantos que aún no conozco y que ciertamente me instigarían... en madera, diría que Japón en primer lugar por la arquitectura de los templos, los herrajes, la forma cuidadosa, concienzuda y meticulosa de tratar un material tan maravilloso. Dinamarca por su diseño de muebles, España por tener a Gaudí y sus magníficas obras, Francia por Rodin, Holanda por Rembrandt. Y Frank Lloyd Wright, George Nakashima, Sam Maloof, de Estados Unidos.

EPRV: ¿Qué muebles no ha hecho todavía, pero se muere por hacer?
JK:
Poco a poco voy dando a luz las piezas que quiero desarrollar. Actualmente estoy desarrollando una silla de oficina ecológica, por ejemplo. Pero una pieza que me gustaría hacer algún día sería un capullo en el que uno entra y habita de alguna manera, donde el usuario se siente arropado, protegido.

EPRV: ¿Qué le depara el futuro en cuanto a la producción de Julia Krantz?
JK: No sé mucho sobre el futuro, no hago planes a largo plazo. El mejor lugar del mundo es aquí y ahora.

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Publicado en

4/6/2022

Vea una entrevista exclusiva con la diseñadora Julia Krantz, especialista en piezas de madera

De la Luna al Eclipse, del Arroyo al Yunque, de la Raíz al Erizo, del Verso al Reverso: todo es inspiración para que fluya la creación de Julia Krantz. De hecho, la naturalidad de su trabajo la ha convertido en una de las referencias brasileñas en cuanto a manipulación, escultura, forma y función para transformar la encantadora brutalidad de la madera en delicadeza.

Por Simões Neto

Conozco a Julia Krantz, de lejos, desde hace más de tres años, pero no como diseñadora. Hace ejercicio en el mismo gimnasio que yo. Entre un set y otro, solía observar a esa mujer alta, elegante, tranquila y discreta que ejecutaba movimientos concentrados y precisos, como es su trabajo. Hasta que una amiga, emocionada, me dijo que era diseñadora y me mostró, con un dedo nervioso, su Instagram.

Mi cabeza hizo un clic, como un reloj, mientras hacía todas las conexiones. Me sentí culpable por no reconocerla. Recordé los artículos que había leído en las revistas, las charlas a las que había asistido con la diseñadora y todo lo que implica su proceso creativo. Entonces surgió el impulso de redimirme por la desconexión de antaño y entrevistarla.

Es la viga, es el hueco...

Julia es arquitecta, graduada en la FAU-USP, y es innegable que esta experiencia repercute en las delicadas curvas de su obra. "Soy ebanista/escultora, además de arquitecta y diseñadora", se define, mientras enumera el grado de importancia de sus habilidades. "La arquitectura me aporta una mirada más cuidadosa sobre el uso adecuado de los materiales, la proporción oportuna de los componentes de una pieza, la inserción armoniosa de mi creación en un entorno preexistente...", explica.

La diseñadora podía ser lo que quisiera, pero fue en el manejo de la madera donde encontró la forma de expresar lo que siente y lo que piensa. Es con esta perspectiva que nos embarcamos en su universo creativo, ya que concede una entrevista exclusiva para la serie Diseñadores de Brasil de EXPO REVESTIR.

EXPO REVESTIR: Ni siquiera es necesario tocar sus piezas para percibir el cuidado con los acabados. Sólo con mirarlos se puede ver lo cálidos, delicados y brillantes que parecen, lo que da ganas de tocarlos, sentirlos, sentarse y usarlos. ¿Es el acabado el momento más importante en la elaboración del diseño?
Julia Krantz:

No hay un momento más importante en este oficio, de hecho el diseño de una nueva pieza debe considerar todas las etapas de su producción para que el resultado sea armonioso, ergonómico, agradable a la vista y a los demás sentidos.

EPRV: La madera es muy versátil, pero a partir de sus experiencias y experimentos, ¿cuáles son los otros materiales que mejor combinan y conectan con ella? ¿Qué es lo más fácil y lo más difícil de trabajar en este sentido?
JK:
No trabajo con otros materiales, así que me resulta difícil responder a esa pregunta con conocimiento de causa. Pero, por supuesto, los tejidos conectan de forma muy complementaria con la madera, al igual que el vidrio, que permite por su transparencia una visión integral de la pieza de madera asociada.

EPRV: El mundo creativo del diseñador permite la experimentación, y cuando se trata de madera y Brasil, la variedad es tal. ¿Cómo funciona la elección de la madera para su diseño? ¿Es Julia la que elige o la madera la que elige adaptarse al diseño de Julia?
JK:
Soy carpintero/escultor además de arquitecto y diseñador. Toda la producción de las piezas que creo la hago junto con mis ayudantes, así que, sí, soy yo quien decide qué madera será más adecuada para cada nuevo projeto.

EPRV: ¿Cómo influyen el pasado, el presente y el futuro en sus creaciones? ¿Existe tal conexión?
JK:
Todas las experiencias que vivimos en la vida crean nuestro propio repertorio, y eso nos hace únicos en nuestro proceso creativo. En mi opinión, esto es cierto para cualquier ser humano, los recuerdos visuales, afectivos y sensoriales afectan a nuestra respuesta a los acontecimientos cotidianos, transforman diariamente la forma en que nos insertamos en el mundo.

EPRV: Por la calidad de sus piezas, los contornos y el diseño básico de los productos, percibo un repertorio y una cultura muy coherentes. ¿Dónde adquirió esa mirada amplia que oxigena su trabajo?
JK:
Mis padres me dieron una infancia y adolescencia ricas en experiencias sensoriales de lo más diversas. La cultura alemana traída por mi madre se mezcló con nuestra ya mezclada cultura brasileña, sumada a una libertad creativa sin límites a través de los juegos callejeros, el teatro que hacíamos en casa, las vacaciones en la playa con mi padre, los conciertos de los domingos por la mañana en el teatro municipal, las increíbles historias que nos contaba mi padre, la música presente las 24 horas del día en nuestro entorno. Mi formación en arquitectura (FAU-USP) se unió a todo este repertorio, y mi interés por las manifestaciones artísticas de todo el mundo también siguen contribuyendo a mis creaciones.

EPRV: La mayoría de los diseñadores que conozco coquetean y practican otros aspectos como las bellas artes, la arquitectura (por cierto, usted es arquitecto). ¿Cómo funciona esta simbiosis artística y cómo interfieren las artes en su creación?
JK: Cada respiración que hacemos interfiere en lo que devolvemos al mundo. La arquitectura me aporta una mirada más atenta al uso adecuado de los materiales, a la proporción oportuna de los componentes de una pieza, a la inserción armoniosa de una de mis creaciones en un entorno preexistente. Otras manifestaciones artísticas -música, pintura, escultura- forman parte de mi proceso creativo, directa o indirectamente. La música es una fuerte influencia emocional; la pintura es dibujo, es masa, es textura, es luz/oscuridad, es volumen, al igual que la escultura. Y todo esto se presenta en mis piezas.

EPRV: Sus obras contemplan espacios públicos y privados, como el taburete Anvil creado para la colectividad. Hay una diferencia en la creación de productos para usos privados y públicos. ¿Cuál es la dinámica que envuelve estos aspectos?
JK: La ergonomía es el gran reto para cualquier uso de las piezas de diseño, pero para los espacios públicos hay que tener en cuenta la necesaria adaptación a una infinita diversidad de tipos físicos, además de la resistencia y durabilidad de la pieza, y su convivencia armónica con el entorno. En el caso de los espacios privados, es fundamental que el creador se fije en los habitantes del espacio donde se instalará la pieza, en sus hábitos y gustos, cuidando de proponer algo que respete y satisfaga a los usuarios.

EPRV: Cadê, Mosquelha, Tabuinhas, Algenspiegel,Pénareia... Siempre he sentido curiosidad por saber cómo nombran los diseñadores sus piezas. En su caso, ¿cuáles son los criterios?
JK: El criterio básico es la espontaneidad. Miro mi pieza una vez determinada y trato de escuchar lo que me dice, qué forma tiene, qué sonido debe tener.

EPRV: ¿Las formas orgánicas son innegociables en su trabajo?
JK: Más o menos. He hecho y eventualmente hago algo más geométrico, pero la naturaleza es tan parte de mi movimiento interno que naturalmente las curvas aparecen en mi dibujo.

EPRV: En una amplia mirada alrededor del mundo: desde Holanda (donde usted vivió) hasta Milán, desde Francia hasta Japón, ¿qué diseño le llama la atención y hace que su corazón lata más rápido?
JK:
Bueno, hay tantos que me conmueven, tantos que aún no conozco y que ciertamente me instigarían... en madera, diría que Japón en primer lugar por la arquitectura de los templos, los herrajes, la forma cuidadosa, concienzuda y meticulosa de tratar un material tan maravilloso. Dinamarca por su diseño de muebles, España por tener a Gaudí y sus magníficas obras, Francia por Rodin, Holanda por Rembrandt. Y Frank Lloyd Wright, George Nakashima, Sam Maloof, de Estados Unidos.

EPRV: ¿Qué muebles no ha hecho todavía, pero se muere por hacer?
JK:
Poco a poco voy dando a luz las piezas que quiero desarrollar. Actualmente estoy desarrollando una silla de oficina ecológica, por ejemplo. Pero una pieza que me gustaría hacer algún día sería un capullo en el que uno entra y habita de alguna manera, donde el usuario se siente arropado, protegido.

EPRV: ¿Qué le depara el futuro en cuanto a la producción de Julia Krantz?
JK: No sé mucho sobre el futuro, no hago planes a largo plazo. El mejor lugar del mundo es aquí y ahora.

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